Los rebeldes hutíes que controlan gran parte del territorio de Yemen denunciaron este lunes una nueva ronda de bombardeos lanzados por Estados Unidos (EE.UU.) y el Reino Unido contra la ciudad portuaria de Al Hudeida, en la costa del mar Rojo.

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Según la cadena Al Masira, portavoz de los hutíes, los bombardeos tuvieron como objetivo la zona de Al Katheeb, en el noroeste de Al Hudeida.

Más temprano, los rebeldes cifraron en 300 el número de ataques y bombardeos contra zonas controladas por el movimiento.

«El problema entre Estados Unidos y nosotros es que han atacado nuestro país, y hasta ahora ha habido casi 300 ataques aéreos en nuestra tierra», dijo el viceministro de Exteriores de los hutíes, Husain al Ezzi, en una rueda de prensa en Saná, en la que avisó de que tendrán que pagar una «larga factura».

En concreto, los nuevos bombardeos han sido realizados sobre 36 objetivos hutíes (almacenes de armas, lanzamisiles y sistemas de defensa antiaérea y radares) en 13 localidades de Yemen y ha contado con el apoyo de Australia, Baréin, Canadá, Dinamarca, Países Bajos y Nueva Zelanda.

«Actuamos junto a nuestros aliados estadounidenses, con el apoyo de muchos socios internacionales, en defensa propia y de acuerdo con el derecho internacional», ha declarado el ministro de Defensa británico, Grant Shapps, en un comunicado.

Por otra parte, el Ministerio de Exteriores iraní afirmó que los ataques de EE.UU. a posiciones de milicias proiraníes de Irak y Siria son una violación de la soberanía de esos países, y advirtió que solo aumentarán la tensión en la región de Medio Oriente.

«Los ataques de la noche pasada contra Siria e Irak son otra aventura y error estratégico del Gobierno estadounidense, que no tendrá otro resultado que la escalada de la tensión y la inestabilidad en la región», afirmó en un comunicado el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí.

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